El amortiguador o sistema de suspensión es especialmente importante para una conducción segura, en tanto que permita el contacto de los neumáticos con la carretera y absorbe el impacto de las irregularidades del asfalto.
Por ello, debe de estar siempre en unas condiciones de calidad y desgaste buenas, para no influir de manera negativa en la seguridad vial y en el mantenimiento general del vehículo.
La revisión de los amortiguadores es una acción capital en la revisión de todo vehículo, y como tal hay que tenerla muy en cuenta.
Lo más adecuado es efectuar una primera revisión de la suspensión a los 20.000 kilómetros y es recomendable sustituirlos a los 50.000 kilómetros, aunque depende en gran medida del tipo de terreno por el que suela moverse el vehículo.