El neumático es el único elemento que mantiene su vehículo en contacto con el asfalto, lo que le convierte en un elemento estratégico de la seguridad vial.
Para que cumpla sus funciones a la perfección es necesario realizar un mínimo mantenimiento del neumático, que puede realizar directamente el conductor. Sin embargo, es uno de los componentes del coche más olvidados.
Si lo desea puede consultar nuestra amplia gama de neumáticos que incluye multitud de marcas y tamaños en la sección de buscador de neumáticos.
Desde el pasado 1 de noviembre de 2012 todos los neumáticos nuevos deben llevar una etiqueta que, de forma visual, informe al consumidor de las prestaciones de ese neumático en:
La presión de los neumáticos es otro elemento que va directamente asociado a la seguridad.
Para que las cubiertas ofrezcan todas sus prestaciones –de agarre, manejabilidad, frenado…– es fundamental respetar las presiones recomendadas por los fabricantes.
Una mala presión, ya sea por encima o por debajo de lo recomendado, repercute tanto en la vida útil de la cubierta como en el consumo de combustible.
Una presión de aire insuficiente influye también en la estabilidad y la conducción lineal del vehículo.
El flanco del neumático es su carné de identidad. En todos estos datos grabados en el lateral están las características principales de cada modelo: nombre, medida, especificaciones…
¿Sabías que, a diferencia del aire, el hidrógeno es mucho más estable, no se calienta y asegura el mantenimiento de las presiones adecuadas?
El dibujo de un neumático juega un factor decisivo, en la seguridad del vehículo. La ley prohíbe circular con un dibujo con una profundidad inferior a 1,6 mm.
Neumáticos nuevos = mejor frenada
Con neumáticos nuevos (8 mm de dibujo) se frena en la mitad de distancia que con neumáticos al límite del desgaste legal.
Eficiencia energética = ahorro de combustible
Se recomienda cambiar los neumáticos al llegar a los 3 mm de profundidad.
Además de la frenada, el desgaste del dibujo afecta a otros factores de seguridad como la conducción en mojado. El dibujo de un neumático desgastado no puede romper la película de agua que se forma en la carretera y, al perder el contacto se produce el temido aquaplanning.
El desgaste también nos desvela otros problemas (malas presiones, mala alineación…). Así, pues, es fundamental comprobar el estado del dibujo de nuestros neumáticos para poder circular con seguridad